• El mercado laboral ha sorprendido a la baja durante el segundo cuarto del año, de manera inversa a lo acontecido en el primero. La ocupación se suavizó ocho décimas en tasa interanual (al 2,4%). Dado que la oferta laboral sigue sostenida (aunque aún suavemente) al alza, la tasa de paro moderó su caída hasta el 14,0%. Sigue siendo posible que el PIB crezca un 2,4% en 2019, pero esta cota se ha visto comprometida con los datos del 2T19 y con un balance de riesgos apuntando claramente a la baja tanto en el flanco interno como sobre todo en el externo.
• La EPA hoy divulgada muestra una evolución trimestral pobre. La ocupación (+0,3% trimestral ajustado) crece la mitad que en el 1T19 y se aleja del dato de afiliaciones (+0,7%). Peor resultado ofrecen los datos de paro, que creció un 0,5% trimestral ajustado, frente a la caída del 1,3% en la serie mensual de paro registrado. Estamos ante la primera subida del paro en la serie ajustada desde el inicio de la recuperación hace ahora un lustro.
• La ocupación interanual repunta en la industria pero se modera en los servicios y, de forma muy significativa en la construcción. Por características sociológicas, avanza de forma similar entre hombres y mujeres y entre nacionales y extranjeros, pero cae para las personas con estudios bajos por vez primera en casi cinco años y entre personas de edad intermedia (30-44), sin que quepa descartar que ello venga influido por la subida del SMI a principios de año.
• Los asalariados moderan su crecimiento al 2,7% mientras los no asalariados se estabilizan en niveles moderados (1,0%). La moderación de los asalariados fue similar entre el sector privado y el público y se concentró en los temporales y asalariados a jornada parcial, aunque también apuntó a la baja en los indefinidos y a tiempo completo. Todos estos resultados refuerzan el diagnóstico de mayor debilitamiento transversal del mercado laboral durante el 2T19.
• La población activa sigue repuntando lentamente hasta el (0,9%, otras dos décimas más) y acumula cinco trimestres de alzas consecutivas. La tendencia es positiva (cayó a un ritmo anual promedio del 0,5% entre 2010 y 2017), pero continúa siendo moderada, de manera que la tasa de actividad no ha progresado en el último decenio. Este incremento fue superior en mujeres y mucho mayor en los extranjeros que en los nacionales, crece con fuerza en las personas con estudios altos y los mayores de 55 años. Pero preocupa el ritmo al que decrece la población activa en la población con estudios bajos y en personas de edad intermedia.